El bosque seco tropical y experimento de surcos fertiles

Este mes de febrero estuvo animado por la creación de montículos autofértiles por parte de los alumnos del centro educativo. Los desafíos climáticos de la región de Sucre nos llevan a experimentar con nuevas formas de cultivo innovadoras.

La Escuela a la Siembra de un Nuevo Mundo está situada en la cordillera de los Montes de María, conocida por su fauna y flora endémicas, el bosque seco tropical. Sus suelos son relativamente fértiles pero ácidos, y sus feroces veranos ponen a prueba el suministro de agua.

La imaginación y la innovación están en el centro del proyecto.

Nos inspiramos en Austria para descubrir el concepto de cultivo en montículos de Sepp Holzer, donde las plantas crecen sobre una pila de diferentes capas de materiales compostables. Esta técnica mejora las cualidades agronómicas de un suelo, como la fertilidad o la retención de agua, especialmente en entornos áridos o en suelos de baja calidad. La primera ventaja de crear un montículo es hacer que el espacio de cultivo sea perenne.

El aporte masivo inicial de materia orgánica permite la formación de humus y la instalación de una fauna diversificada. Se supone que la técnica reproduce el proceso de descomposición natural que se produce en los suelos forestales.

Nuestros jóvenes aprendices tomaron palas y picos para cavar y enterrar troncos, ramas y hojas muertas recogidas alrededor de la escuela. Se añadió una segunda capa, esta vez de serrín y compost, donada por la carpintería vecina, y se cubrió con tierra.

La ensalada fue elegida como primera prueba, todos estamos atentos e impacientes por ver el resultado de esta nueva aventura.

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