En camino hacia una nueva Escuela de Agroecología Escolar

 Después de 4 años de trabajo en la primera versión de «La Escuela a la Siembra de un Nuevo Mundo» (o escuela agroecológica) en la institución educativa rural El Palmar, en el norte de Colombia, podemos afirmarlo: el proyecto funciona, genera transformaciones significativas y es replicable en muchas otras instituciones escolares.
 

La creación de una asignatura de agroecología escola fuera del aula y liderada por los mismos docentes, genera impactos significativos en la formación teórica y práctica de los maestros, estudiantes y la comunidad local. Esto abarca la comprensión del sistema alimentario, la conservación del Bosque Seco Tropical, la soberanía alimentaria y el emprendimiento juvenil.

Durante y después de este proyecto piloto, finalizado en 2024, una docena de instituciones escolares rurales del Departamento de Sucre manifestaron su interés y motivación para ser acompañadas en la implementación de un proyecto pedagógico social y ambiental similar.

Durante el verano de 2024, el equipo de Filotopie se movilizó para seleccionar una escuela entre las siete que se presentaron a nuestra «convocatoria de proyectos». Basándose en criterios derivados de nuestra primera experiencia, encuentros y diagnósticos de campo, se seleccionó la Institución Educativa Indígena El Martillo para incorporar la agroecología en su programa educativo.

La Institución Educativa Indígena el Martillo
475 estudiantes
21 docentes

Contexte del territorio y de la Escuela en el Departamento de Sucre, región Caribe, Norte de Colombia.

Es necesario explicar que el Departamento de Sucre, en Colombia, enfrenta una doble contradicción: un territorio rico en biodiversidad, cultura y tradiciones que, al mismo tiempo, vive en un contexto de grandes desigualdades y precariedades ambientales, sociales y económicas, especialmente sufridas por las mujeres, los jóvenes y los trabajadores y trabajadoras del sector rural.

Esta nueva institución educativa se encuentra en el municipio de Palmitos, habitado principalmente por la Comunidad Indígena Zenú, cuya rica historia y cultura ancestral se remontan a más de dos mil años.

Históricamente, los Zenú (etnia indígena) habitaban las regiones de los ríos Sinú, San Jorge y Cauca, organizados en tres provincias principales: Finzenú, Panzenú y Zenufana. Estas zonas eran conocidas por su sofisticada administración del agua y su producción de oro, así como por su notable habilidad en la agricultura, que incluía cultivos como el maíz, la yuca, los frijoles y la guanábana.

Socialmente, los Zenú mantienen un sistema jerárquico matrilineal, aunque la familia se organiza en torno al hombre. Tradicionalmente, los hombres se encargaban de la agricultura, la ganadería y la pesca, mientras que las mujeres eran responsables de la elaboración de artesanías, como el famoso sombrero vueltiao.

Espiritualmente, la cultura Zenú está profundamente vinculada a la naturaleza. Sus creencias incluyen un panteón de dioses asociados con los elementos naturales, y las lagunas son consideradas lugares sagrados. Los Zenú también practican rituales funerarios complejos, que comprenden tres fases: separación, transición e incorporación.

Hoy en día, la comunidad Zenú sigue siendo un símbolo importante de la cultura caribeña colombiana, especialmente por sus contribuciones en la artesanía y la agricultura.

Un equipo de Filotopie dedicado al Proyecto :

En cuanto a Filotopie en Colombia, el equipo se amplió en noviembre de 2024 (de 1 a 2 personas). Una persona estará 100% dedicada al proyecto de acompañamiento, apoyada por el coordinador, cuya misión también será desarrollar alianzas nacionales y comenzar a reflexionar sobre la diversificación de acciones para arraigar la filosofía de Filotopie en el Departamento y en el país.

Este inicio de expansión permite a Filotopie avanzar progresivamente en la «modelización» de una propuesta pedagógica replicable. Existe una demanda por parte de las instituciones educativas rurales, y el contexto político en términos de educación y medio ambiente en Colombia es actualmente favorable. ¿Nuestro sueño? Crear una red de escuelas agroecológicas a nivel local, y luego a nivel nacional, en colaboración con el Ministerio de Educación de Colombia.

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